Hablaba el otro día de la vida rápida que llevamos. En esa línea, me acordé de que hace unos años estuve buscando recursos para aprender a leer más rápido, ya que necesitaba analizar mucha documentación y diversas fuentes bibliográficas para realizar mi tesina. El tiempo era limitado y la información que quería absorber era casi inabarcable. Encontré alguna que otra técnica, muy efectiva para salir del paso, pero no para asimilar la información que usaba.
Hace poco vi que han proliferado los recursos para ayudar a los usuarios a leer más y a mayor velocidad, tanto libros como manuales, artículos o cualquier otro escrito. Es cierto que hay momentos de nuestra vida en los que debemos ceder ante la urgencia y necesitamos herramientas para leer más rápido. Sin embargo, desde mi humilde opinión creo que el uso de técnicas de lectura rápida debería limitarse a situaciones puntuales en las que tiempo apremia y tenemos una fecha límite para acabar un proyecto o similar.

Si tomamos la costumbre de leer en diagonal, de manera superficial y con prisas, creamos un automatismo y, a la postre, no leemos en profundidad. Una persona muy sabia me dijo una vez que el cerebro es «cómodo» y siempre opta por la opción en la que tenga que emplear menos recursos. Así pues, si le educamos a leer rápido, sin zambullirnos en el texto en cuestión, el cerebro se acaba haciendo «vago» y luego le cuesta adentrarse en textos más complejos que requieren de una lectura pausada y reflexiva.
Esto nos vuelve a llevar al tema de la vida rápida: ¿leemos rápido porque lo necesitamos en un momento puntual o leemos rápido porque estamos en modo automático y queremos ahorrar tiempo a toda costa?

Al final, es el tiempo quien nos domina cual divinidad tiránica que nos esclaviza. Corremos a contrarreloj para robarle unos instantes a la vida y condensar en ellos una eternidad impresa en una instantánea. Nuestra única victoria será que el conjunto de instantáneas que coleccionemos al final de nuestros días nos devuelva recuerdos memorables llenos de alegría y felicidad.
Nos leemos pronto. ¡Felices lecturas!
T.
Con las manos en las letras © 2023 by Tania Suárez Rodríguez is licensed under CC BY-NC-ND 4.0









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