Amor a primera lectura

Estoy muy enganchada con mi actual lectura. Tanto, que me paso de parada de metro o voy leyendo por la calle aun a riesgo de tropezar. Tanto, que esta mañana me he quedado leyendo frente a la puerta de mi trabajo hasta que ha llegado una compañera y me ha devuelto al presente. Me encanta cuando esto me ocurre: el libro me atrapa y vive en mi cabeza, hasta el punto de casi no poder pensar en nada más que en retomarlo y dejar todo lo demás. No todos los libros consiguen atraparme de esta manera, así que cuando ocurre es algo mágico y maravilloso.

He de decir que este proceso es más fácil si el libro tiene todos los elementos que, para mí, hacen inevitable un amor a primera lectura: Japón, suspense, venganzas y trama adictiva. Encima, con unos deliciosos toques de filosofía. El libro en cuestión es El guerrero a la sombra del cerezo de David B. Gil. Todavía no lo he terminado, pero tenía la imperiosa necesidad de compartir mi emoción y dejar constancia de mi fascinación con esta lectura.

Cuando haga la reseña me extenderé más, pero quería decir que David B. Gil es un autor magnífico. Me encanta cómo cuenta la historia, cómo dibuja con palabras el escenario de cada momento y, sobre todo, admiro mucho su capacidad de trasladar al lector al Japón feudal. Es cierto que llevo enamorada de ese país desde que tengo uso de razón, por lo que, quizá, me resulta tremendamente sencillo dejarme llevar hasta allá. Pero David describe al detalle y con tal precisión que es imposible no ver, sentir y oler cada escena. Es brillante.

Me queda poquito para acabar, apenas unas 200 páginas de más de 700. Así que se aproxima una reseña muy jugosa. No creo equivocarme mucho, pero me atrevería a decir que se está convirtiendo en el libro que más me está gustando de 2023, junto con Crónica de una muerte anunciada de García Márquez.

Nos leemos pronto. ¡Felices lecturas!