La barraca de Blasco Ibáñez

La barraca de Blasco Ibáñez

Hace un par de días finalicé este libro, que me dejó bastante alterada. A veces, tras leer una obra del tipo que sea (novela, teatro, poesía, ensayo) me queda un poso de nostalgia, casi perturbador, que se hace físico y me revuelve desde dentro. Mi mente regresa una y otra vez al libro en cuestión y se regodea en las sensaciones que me dejó cuando lo estaba leyendo. Y es que a veces los autores tienen una mágica capacidad de tocar la fibra sensible del interior de sus lectores y de dejar una profunda huella en ellos.

La barraca es la sexta novela de Vicente Blasco Ibáñez, publicada en 1898. Narra las miserias de la gente pobre del campo, su lucha por sobrevivir en un territorio hostil y la multitud de obstáculos que deben afrontar para intentar salir adelante. La historia nos lleva hasta la huerta valenciana, dividida en diversas parcelas donde trabajan varias familias desde hace generaciones y cuyos dueños viven en la capital.

*Foto de Luis Lonjedo

Las desgracias del tío Barret le llevan a rebelarse contra su despiadado opresor hasta acabar con su vida, lo que tendrá severas consecuencias tanto para él, como para su familia y todos los huertanos de la vega. Tras la inevitable tragedia, corre el rumor de que ha caído una maldición en las tierras de la familia Barret.

Blasco Ibáñez retrata la historia de una forma absolutamente descarnada, sin suavizar un ápice la crudeza de los hechos. Tanto es así que el lector se sume en una constante agonía, en un terco sufrimiento alentado por la injusticia de todo lo que va ocurriendo. Además, la manera que tiene el autor de mostrar la psicología de los personajes es brillante: utiliza el campo, la inclemencia e incluso la indiferencia de la naturaleza, para resaltar lo que sienten los personajes.

En ese sentido, la constante presencia de la naturaleza reflejando las emociones de los personajes refleja todavía cierta influencia del romanticismo. Sin embargo, esta es una novela de corte naturalista, con el protagonismo de las clases pobres, un lenguaje popular que incluye breves diálogos en valenciano y con un marcado determinismo. De hecho, asistimos, con cierta frustración, a un espectáculo de animadversión soterrada, con una práctica inexistencia del libre albedrío de los personajes. Ese odio irracional provoca una guerra injusta contra personas inocentes, mientras que los verdaderos culpables quedan olvidados en la comodidad de su riqueza, alejada de los campos.

Los personajes de La barraca están llenos de conflictos; todos los que aparecen tienen su complejidad, pero quizá los más interesantes son Batiste y Pimentó, que confrontan al hombre honrado con el golfo. A través de ellos asistimos a un análisis minucioso de la psicología humana: cómo una persona buena y pacífica, al ser presionada y hostigada sin tregua hasta llegar al límite, se siente capaz de cometer un crimen.

El lenguaje usado por Blasco Ibáñez puede extrañar al principio, por el uso de tiempos verbales algo anticuados, aun así, resulta cercano, tremendamente visual y con unas descripciones bellísimas construidas con gran maestría.

Recomiendo mucho esta lectura; por un lado, nos muestra la realidad de la España de finales del siglo XIX, con un uso soberbio del lenguaje, por otro lado, la historia que narra Blasco Ibáñez te atrapa, no sólo por su crudeza, sino porque despierta la curiosidad del lector para saber cómo va a acabar esa guerra sinsentido entre los protagonistas. Además, es corto y fácil de leer, sobre todo la edición de Alianza Editorial, que es magnífica.

Nos leemos pronto. ¡Felices lecturas!

T.


Con las manos en las letras © 2023 by Tania Suárez Rodríguez is licensed under CC BY-NC-ND 4.0 

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