Eres a quien invoco
cuando mi espíritu mengua,
cuando soy y siento
demasiado.
Eres mi guía,
la que me ayuda a
dejar de ser y me desnuda
de la frivolidad de un mundo gris.
Te necesito
para que me abraces con metáforas
y me decores con hipérboles,
para que suavices mis paradojas
y me hagas el amor
tan solo con palabras.
Te invoco a ti, como un conjuro:
para que los silencios se preñen
de sonidos,
para que el dolor se vuelva semilla
que alumbre hermosas lilas;
para que el oro de tus manos
una los trozos desgajados
de mi alma.
Eres a quien invoco, Poesía,
para dejar de ser en mí,
para diluirme en tu cuerpo
de versos inquietos,
para convertirme en las notas
de tu infinita partitura,
para dejarte ser en mí
sin mí,
pero conmigo.
T.
Con las manos en las letras © 2023 by Tania Suárez Rodríguez is licensed under CC BY-NC-ND 4.0








