Ayer salí a correr
corrí
hasta desmadejarme
y sentir
que perdía el hilo
que me ataba a ti.
El sudor de mi rostro
se enredaba con la sal
de mis lágrimas,
pero el hilo
nuestro hilo
seguía ahí
del color de mi sangre
mezclada con la tuya,
de la textura de tus sueños
compartidos con los míos.
Corrí para escapar
del vacío que me dejaste
y ese hueco
que creó tu ausencia.
Y corrí
hasta que se me salió
el alma por la boca
huyendo del dolor,
y se apagó
este grito desgarrado
que tengo a flor de piel.
Pero el hilo
nuestro hilo
se quedó tejido en mí,
igual que tú:
sigues conmigo,
pero sin ti.
T.
*Sigo obsesionada con la obra Hilos de Chantal Maillard; este poema también está inspirado por ella.
Con las manos en las letras © 2023 by Tania Suárez Rodríguez is licensed under CC BY-NC-ND 4.0








