Tiempo sin claves de Ida Vitale

Tiempo sin claves de Ida Vitale

Cuando abordo las reseñas de poemarios, me gusta hacerlo con mucha delicadeza y, sobre todo, con respeto. No solo porque considero que cualquier obra artística lo merece, sino porque por experiencia sé lo difícil que resulta escribir bien (poesía, prosa o incluso un mensaje por Telegram, ya puestos).

Tengo esta reseña en mente desde hace un par de semanas, pero quería leerlo una tercera vez para disfrutarlo un poco más antes de compartir con vosotros lo mucho que me ha gustado el poemario de Ida Vitale.

Empiezo por ella: por esta maravillosa escritora uruguaya. Seguro que hay mucha información por ahí sobre Ida Vitale, pero quería recogerla también en mi blog porque yo la he conocido este mismo año. ¡Y vaya descubrimiento!

Ida Vitale nació en Montevideo en 1923 y creció rodeada de un profundo ambiente cultural, donde se leía con frecuencia poesía. Sus padres tenían libros en italiano y francés, lo que puso en contacto a Vitale con otras lenguas y despertó su interés en el campo de la traducción. Así pues, la autora estudió Humanidades en Uruguay y colaboró en varias publicaciones de la época, como Clinamen o la revista Maldoror.

A raíz de la dictadura en su país, Vitale se exilió en 1974 en México, donde conoció a Octavio Paz y continuó con sus estudios y su labor docente. Allí cultivó los géneros del ensayo y la crítica literaria, además de traducir numerosos libros, participar en conferencias y seguir colaborando con diversos diarios mexicanos.

Aunque vivió 30 años en Austin (Texas) con su marido, cuando este falleció en 2016 Ida Vitale regresó a Montevideo. En 2018 recibió el Premio Cervantes. Los expertos suelen incluir a Ida Vitale dentro de la llamada generación del 45, junto a autores como Mario Benedetti o Idea Vilariño, y la consideran representante de la poesía esencialista, así como una de las poetas hispanoamericanas más relevantes a nivel mundial. Tiene una gran cantidad de obras, dejo aquí un enlace al Instituto Cervantes donde podréis consultarlas todas.

Y, ahora sí, pasamos a Tiempo sin claves. Advierto que no soy experta y que esta es una opinión completamente subjetiva, basada en las sensaciones y emociones que me ha despertado la lectura. Me ha encantado la forma que tiene Vitale de abordar el tema del tiempo, con tanta naturalidad, desprovista de pretensiones y con una sinceridad asombrosa.

En este poemario, Ida Vitale recoge poemas sobre la vida, el paso del tiempo, la vejez y el pasado. Utiliza objetos cotidianos y conocidos para que encarnen los sentimientos de la voz poética y la trasciendan hasta convertirse en la voz del propio lector.

Tal vez lo que más he disfrutado es el equilibrio exquisito que consigue crear Vitale entre el dolor por la pérdida y una esperanza abrumadora, desbordante, que desvela un profundo amor por la vida y por aquellos recuerdos que, lejos de ser dolorosos, perpetúan la felicidad de los momentos pasados. La poesía de Ida Vitale es conmovedora, elegante y natural, sencilla y accesible. No es de extrañar que la cataloguen como poeta esencialista porque va precisamente a eso: a la esencia de las cosas, a los detalles que hacen la vida inmensa y maravillosa.

Recomiendo la lectura de Tiempo sin claves a todo amante de la poesía llena de sentimiento, delicadeza y calidad. Su lectura es accesible, como decía, pero tengo la sensación de que cambia cada vez que se lee y tiene mucho que decirle al lector cada vez que revisita sus páginas.

Nos leemos pronto. ¡Felices lecturas!

T.


Con las manos en las letras © 2023 by Tania Suárez Rodríguez is licensed under CC BY-NC-ND 4.0 

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