Palabras mágicas

A veces las palabras nos buscan y nos encuentran. A veces, funcionan como llaves que abren puertas que necesitamos cruzar…

Es lo que me ha pasado con esta que traigo hoy: catábasis o katabasis. Este término procede del griego κατάβασις, que significa «descender», «descenso» o, curiosamente, «puesta de sol». Más allá del significado literal, este concepto se ha usado en el mundo de la literatura y, posteriormente, en el de la psicología para evocar la experiencia de «descender al Inframundo, al Hades o al Infierno».

Es decir, ese camino por el que una persona debe ir hacia su mundo interior, caminar hacia su propio Hades y poder así enfrentarse a sus demonios. Este verdadero camino del héroe suele darse en períodos de profunda crisis personal. Es en ese infierno propio donde se halla la llave hacia el crecimiento y la superación. De este modo, una vez hemos breado con nuestros demonios y descubrimos el camino a seguir, se produce la «catarsis», una experiencia vital y renovadora que nos llevará finalmente a la llamada «anábasis» o salida del infierno.

Y es que, como decía Joshep Campbell: «Bajando al abismo es como recuperamos los tesoros de la vida. Cuando tropiezas, ahí está tu tesoro. La misma cueva en la que temes entrar resulta ser la fuente de lo que estás buscando. La cosa maldita que tanto temías se ha vuelto el centro».

Y yo estoy todavía en fase «catabasática» (sí, me lo acabo de inventar), pero seguro que antes o después encontraré mi catarsis para salir del Averno.