Hoy he terminado esta maravilla de libro de Terry Pratchet: La luz fantástica (de 1986). Se trata de la segunda parte de El color de la magia, publicado en 1983. Es realmente extraordinario; me ha encantado, diría incluso que bastante más que la primera parte, que leí hace más o menos un año. ¿Mi impresión? Una ingeniosa mezcla de magia, fantasía, humor a raudales, anacronismos perfectamente verosímiles, una imaginación desbordante y unos personajes sencillamente soberbios.
Por supuesto, os recomiendo comenzar con el primer libro para contextualizar mejor la historia y a los personajes. En realidad, nada del libro sobra (y recalco con fuerza este «nada»). Me ha encantado leer un libro con la apariencia de un cuento, de esos que te contaban cuando eras pequeño y tu imaginación coloreaba vivazmente las historias que alguien te iba narrando; un cuento, sí, pero con un tono mordaz, sarcástico, repleto de buen humor y no exento de alguna que otra crítica, pero siempre desde el ingenio y la socarronería.

Además de los personajes, que son excelentes, muy humanos (incluso dentro de las fuerzas sobrenaturales del Mundodisco y el halo de lo absurdo que les rodea) y con los que empatizas con gran facilidad, me ha gustado especialmente sentir que me adentraba en un mundo que mezcla la magia sobrecogedora de un universo como el de Tolkien y su Señor de los anillos con el elegante y desternillante humor de los Monty Python.
Ni que decir tiene que me he pasado todo el libro riéndome sin parar, a carcajada limpia, vamos. Terry Pratchett tenía la grandísima capacidad de plasmar de un modo simple, cercano y muy claro ese inmenso mundo que creó, con todo lujo de detalles que, además, no resultan pesados. La magia y lo sobrenatural se mezcla con lo más cotidiano de la vida, haciendo que seas capaz de adentrarte en la historia como uno más de los personajes.
Quizá lo mejor no es solo que Pratchett te transporta con impune facilidad a su universo de fantasía, a su Mundodisco, sino muy especialmente que te convierte de nuevo en un niño pequeño que cree sin ninguna duda en esa magia octarina.
Es una lectura cómoda, absorbente y muy, muy divertida. Os la recomiendo sin ninguna duda. Que la Gran A’Tuin os acompañe en futuras aventuras «pratchettianas».
Nos leemos pronto. ¡Felices lecturas!️
T.
Con las manos en las letras © 2023 by Tania Suárez Rodríguez is licensed under CC BY-NC-ND 4.0









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